El pasado domingo se disputó la prueba masculina del Campeonato del Mundo IRONMAN 70.3 donde el joven alemán Rico Bogen se hizo con el triunfo. Sin duda la armada alemana dio la gran sorpresa del día en una jornada donde los grandes favoritos no estuvieron en la lucha por el triunfo en ningún momento de la prueba, pero donde se volvió a vivir un gran ejemplo de amor y respeto por nuestro deporte que en muchas ocasiones flaquea.
Kristian Blummenfelt: de indudable favorito a acabar el 36º a más de 20 minutos
Sin duda Blummenfelt era la gran estrella y el gran favorito para llevarse el triunfo. Venía de hacer una auténtica animalada solo a su alcance y se creía inmortal, pero Lathi lo puso en su sitio en una cita donde a priori no tenía ningún problema para ganar; ya que sobre el papel, era el mejor con o sin fatiga. Pero el noruego nos demostró que él también es humano y, tras llegar de hacer TOP-10 en el test event de París y tras ganar el PTO Asian Open, ‘BigBlu’ llegó «sin nada de energía» a este Mundial 70.3. Desde las primeras brazadas Blummenfelt estaba totalmente fuera de carrera, y lo fácil hubiera sido echarse a un lado e irse a ver la carrera detrás de la valla y recuperar de las bestialidad que llevaba en el cuerpo; ya que al fin y al cabo le esperan doce meses por delante muy intensos.
Un 36º puesto para un triatleta de la talla de Blummenfelt es entre muy poco y nada, pero ahí estaba el «grandullón» para darnos a todos (una vez más) un ejemplo de amor y respeto por el deporte y en concreto, por el Triatlón, ya que no dudó en acabar la prueba y sufrir hasta el último metro infinitamente lejos de donde debía estar para cruzar la meta 21 minutos después del vencedor.
Daniela Ryf: otro gran ejemplo en la cita femenina
La prueba femenina también nos dejó un ejemplo muy similar con la suiza Daniela Ryf finalizando en 9ª posición. Era sin duda una de las favoritas y la más peligrosa para arrebatar el título mundial a una sobresaliente Taylor Knibb. Salió del agua a más de 1’30» y cada kilómetro de ciclismo era perder más tiempo con las de cabeza cuando en una situación normal hubiera estado delante peleando la victoria. Se bajó a más de 5′ y, siendo la mejor corredora de la jornada, la cayeron otros 5′ hasta meta, y ella lo sabía y ella finalizó también la prueba como muestra de respeto hacia el deporte y hacia ella misma en un día donde ser 9ª no la decía nada.
Podemos poner muchos ejemplos más de triatletas de primer nivel que acabaron fuera del TOP-20, pero nos quedaremos con esos dos claros ejemplos de que, si no hay un impedimento mayor que lo frene, hay que intentar acabar siempre por respeto al deporte y a todo el entrenamiento y sacrificio de cada triatleta cada día…