Los hermanos Brownlee son sin duda historia viva del Triatlón y auténticas leyendas del trideporte. A ellos les debemos en gran medida el crecimiento del Triatlón ya que, junto con Javier Gómez Noya, han protagonizado las mejores pruebas de Triatlón de la historia. Si bien Alistair Brownlee tenía que decir adiós a su sueño olímpico frente a la explosión de calidad de Alex Yee, en la cita nipona estaría su hermano luchando por volver a llevar uno de los apellidos más famosos del Triatlón a lo alto del podio olímpico.
Hace unos años, Jonathan Brownlee hizo una declaración que demuestra la ambición con la que vive día a día esta familia británica: «No voy a tocar la medalla de oro olímpica de mi hermano Alistair hasta conseguir la mía propia». Tras su triunfo ayer en la prueba de relevos mixtos, confirma que cumplió con su promesa y jamás la ha tocado; ya que eso podría significar conformarse y no luchar en Japón por conseguir la suya propia, en lo que con mucha probabilidad puedan ser sus últimos JJOO.
Jonny cumplió su promesa y ya tiene su medalla de oro que colgará en casa junto con sus otras dos medallas olímpicas individuales (y las 2 de oro de su hermano). Y su hermano, desde el otro lado de la valla, vio como su hermano pequeño lo conseguía. Alistair se encuentra en Tokio participando en las elecciones para formar parte del Comité de Atletas del COI.
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