Han pasado ya unos días desde que Sam Laidlow «hiciera salta la banca» ganando el Campeonato Mundial de Ironman 2023 que se celebró el pasado domingo 10 de septiembre en Niza. Tras quedarse cerca el pasado año 2022 donde finalmente fue Gustav Iden el que se lo llevó, Laidlow aún estaba a tiempo de ganar este Mundial este 2023 y convertirse en el triatleta más joven de la historia en conseguirlo, y así ha sido. A sus 24 años, una edad en la que aún se está a pleno rendimiento en corta distancia, el triatleta francés se saltó esa etapa intermedia para dar un golpe (fuerte) sobre la mesa y dejar su nombre escrito en la historia del Triatlón.
Sam Laidlow reflexiona unos días después de su gran hito
Casi una semana después del «boom mediático» que ha supuesto para él ganar esta prueba, Laidlow se ha tomado unos minutos para reflexionar públicamente sobre lo que ha conseguido, algo con lo que lleva soñando y trabajando mucho tiempo. Esto lo hace «Escribiendo esto en un bar con una taza de café vacía pero con un corazón muy lleno» y con el deseo de que «ojalá todos pudieran sentir lo que yo siento ahora mismo; una felicidad tan pura donde ningún objetivo es demasiado grande ni ningún sueño es demasiado loco».
Esta victoria, escrita en un papel
Laidlow ha compartido un dato muy curioso sobre su camino para llegar a esta cima: «Hace 4 años escribí en un pedazo de papel que ganaría el Campeonato Mundial de Ironman en 2023 y que sería el más joven en hacerlo. En aquel entonces, yo no era nadie en este deporte pero concebimos, creíamos, y ahora lo logramos». Sin duda una historia muy inspiradora la de que este jóven que también se ha convertido en el primer francés de la historia en ganar un Mundial IM.
Y Laidlow ya se encuentra en la búsqueda de nuevos objetivos ambiciosos en el horizonte: «Creo que es hora de que encuentre un bolígrafo y un pedazo de papel para escribir sobre los próximos 4 años…»