En tiempo de exceso de redes sociales y alejamiento de la realidad nos da por hacer menos y opinar más. La libertad de expresión (¿nuestro bien más preciado?) da pie a ello y, aunque todas las opiniones son respetables, también lo son las que van contra estas.
Tras la participación de este fin de semana de Iván Raña en el IRONMAN 70.3 de Dubai, donde acabó en 20ª posición, se han podido leer muchas críticas hacia el que es una de las mayores leyendas del deporte español y, por supuesto, de nuestro deporte. Como si alguna persona tuviera el derecho de criticar el esfuerzo de otra, independientemente de si es el de nuestro vecino del 5º o el de un ex campeón del mundo como Iván.
A estas situaciones nos han traído las redes sociales. Y por ello las odia Raña y por ello le cansa «el postureo constante que vive el Triatlón». En este país está castigado el cumplir años y tratar de seguir luchando y dando ejemplo cuando ya no hay nada que demostrar, cuando ya has sido campeón del mundo, cuando ya has sido olímpico y cuando ya te has tragado todos los baches y todas las piedras del camino evitando así que se lo coman los que vienen detrás.
España vive su mejor momento a nivel mundial en Triatlón y somos la gran referencia y ejemplo a seguir por todos los países del planeta. Javier Gómez Noya, Mario Mola o Fernando Alarza…¡Cuántas alegrías nos dan! Todos estos siguiendo el camino que ya abrió Iván Raña cuando nuestro deporte era insignificante. Todos estos que llegarán a cumplir 41 y tratarán de seguir abriendo camino a los que vienen detrás, con el peso de los años y también el de la sociedad que trepará por sus espaldas cuando no sean lo que fueron…
No «cuelgues las botas» nunca… ¡GRACIAS POR TODO ANIMAL!
