Continúan los baches para el IRONMAN de Kona de cara a su edición de 2022 que se celebrará la próxima semana. Tras las grandes polémicas de PROs y populares suscitadas por los altos precios de todo lo que rodea al evento, ahora la organización parece encontrarse en (serios) problemas para asegurar la viabilidad de la prueba tal y como estaba previsto. Todo esto lo ha destapado el (polémico) columnista Brad Culp.
El motivo principal parece deberse al cambio que han realizado para este año de realizar la prueba femenina y masculina en dos jornadas separadas (mujeres el jueves y hombres el sábado), uno de los motivos que provocó la escasez de alojamientos en la zona al tener un volumen mucho mayor de personas durante más días en una isla tan pequeña donde la demanda ha superado a la oferta. Esta separación de pruebas en dos días también ha traído a la organización un gran problema logístico y humano: no hay voluntarios. El no celebrar las dos pruebas de manera solapada como hasta ahora provoca que haya que tener voluntarios para dos días diferentes. No son pocos los voluntarios que hacen falta en una prueba de esta envergadura (en torno a 8.000) pero lo que sí es poca es la población de Kona (menos de 10.000 habitantes); por lo que no hay que echar demasiadas cuentas para caer en la obviedad de que haría falta que prácticamente el 80% de la población fuera voluntaria.
Muchas horas bajo el sol sin nada a cambio
Ser voluntario en una prueba tan larga y dura como el IRONMAN de Kona no es plato de buen gusto ni para los grandes aficionados de la isla. Teniendo en cuenta que tienen que estar un tiempo de aproximadamente 12-15 horas bajo el sol abrasador de la isla a cambio de, únicamente, una camiseta de algodón de la prueba. En muchos otros eventos, incluso locales o regionales, vemos como los voluntarios reciben una compensación económica, no así en las pruebas IM, por lo que se enfrentan ahora al problema de no tener suficientes voluntarios para cubrir las necesidades previstas.
Menos voluntarios se traducirá en menos avituallamientos
La falta de voluntarios será directamente proporcional a tener menos avituallamientos en la prueba, algo que podría incidir directamente en el rendimiento de los deportistas debido a las altas temperaturas y humedad que se viven en esta cita. Los avituallamientos de ciclismo pasarán de haber uno cada 7 millas a haberlo cada 10; mientras que los avituallamientos de la carrera a pie pasarán de estar cada milla a estarlo cada 1,6 millas.
No todos los locales quieren esta prueba en su isla
En varios hilos en Twitter han participado los ciudadanos locales, mostrando muchos de ellos su malestar por celebrarse la prueba en su isla. Es un gran negocio para los que dispongan de negocios de hostelería, comercio y alquiler de vehículos, así como los que tengan apartamentos de alquiler; pero no lo es tanto para los que ese impacto económico no les beneficia de manera directa. Para este grupo, se ve el evento como una masificación de su pequeña isla.
¿El futuro del Mundial IM está en Kona?
Las «turbulencias» vividas este año en Kona dan cada vez más que pensar que el Mundial IM no permanecerá en la isla para siempre. Si bien el pasado año se celebró en St. George como una posible prueba por parte de la organización a sacar este evento de Kona, no sería sorpresa que en 2023 o 2024 pudiera volver a salir de la isla. Recordemos que hasta ahora el Mundial XTERRA también se celebraba en Hawaii y este 2022 ya se ha marchado de la isla y ahora celebrará en Europa; concretamente este mismo fin de semana en Lake Molveno (Italia).
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