Como informamos la semana pasada, Tokio atraviesa su peor situación sanitaria desde que comenzara la pandemia hace casi 1 año. Si bien el país había frenado el avance en otras ocasiones, la tercera ola ha barrido el país y ya se encuentra en estado de emergencia con una de las tasas más altas del mundo. El 80% de la población, a través de una encuesta, ha pedido la cancelación de los JJOO y JJPP pero el gobierno trata de agarrarse a un clavo ardiendo.
El gobierno nipón maneja varios planes mientras la situación empeora a la vez que el verano se acerca a un ritmo vertiginoso. El primer escudo será convertir la villa olímpica en una auténtica burbuja eliminando cualquier contacto de los deportistas con el exterior y pudiendo estos desplazase únicamente a entrenamiento s competiciones. También se restringe la entrada a la villa olímpica de cualquier persona que no sea participante. Los deportistas ingresarán a la villa 5 días antes de su competición y deberán de abandonarla antes de un plazo de 48 horas tras esta, intentando así tener el menor número de personas posibles dentro de ella.
