Tras 11 años sin perderse la cita hawaiana, Eneko Llanos parecía que este año no podría estar allí tras un 2017 en el que no ha podido estar bien posicionado en el ranking para agarrar su plaza.
Pero tras la lesión de un competidor y con Eneko en el nº1 de la lista de espera, finalmente le dieron la opción de estar allí, algo que sin duda aceptó sin pensárselo. Como el mismo dice, no es la forma de clasificarse con la que uno sueña, pero no por ello no es merecido. Tantos años en la élite mundial, tantos años siendo el referente de la larga distancia española…sobran los motivos para darse cuenta de que es más que merecido.
IM de Sudáfrica con problemas estomacales y IM de Brasil donde no acompañó la fuerza. Después de un “mal” comienzo de temporada llegó el turno del IM de Austria donde consiguió la 2ª plaza y volvió a demostrar a todos que Eneko seguía siendo el de siempre. De Austria al “infierno” de IM Niza, donde la fatiga estuvo presente de principio a fin y un 4º puesto que no le valía para entrar en el corte para Kona. A la desesperada tomó la salida del IM 70.3 de Dublín, donde no brilló el sol y vio cómo se cerraba la puerta a la “meca” del Triatlón.
Quizá una temporada en la que no han acompañado la fuerza y la suerte haya visto ahora un punto de inflexión tras esta noticia.
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