Este pasado fin de semana nos ha dejado varias pruebas de Triatlón que finalmente han tenido que ser convertidos en Duatlón por diversos motivos. Pruebas de diferentes categorías y distancias en las que se ha tenido que reconvertir para no ser suspendidas, pero, ¿es esto justo? El debate continúa abierto entre los que aprueban la decisión de hacer un Duatlón y los que tajantemente prefieren que la misma se suspenda. Sea como sea la opción preferida, lo que está claro es que está desvirtuado. Es un deporte diferente donde las circunstancias de carrera cambian de manera muy notoria; con mucho dinero y muchos puntos de ránking mundiales en juego.
Quizá en menor medida ha afectado al Triatlón «As Pontes» de Galicia, una prueba de distancia FULL que tuvo que ser convertida en Duatlón bajo las distancias de 8-180-42. No deja de ser una prueba de ámbito local y regional, nacional tirando a lo alto; por lo que los resultados tampoco son tan sumamente importantes. Más controversia puede existir con las Series Mundiales de Relevos Mixtos de Notthingham y la Copa del Mundo de Astana. Ambas pruebas de nivel mundial tuvieron que disputarse como Duatlón, la primera de ellas por las bajas temperaturas y estado del agua, y la segunda de ellas debido a la mala calidad; que ponía en riesgo la salud de los triatletas. Lo que está claro es que desvirtúa la prueba (beneficiando a unos y perjudicando a otros) cuando hay en juego importantes sumas de dinero e importantes puntos de cara al ranking mundial y a Tokyo 2020.
¿Debe disputarse un Duatlón por «aprovecharse el viaje» o debería de suspenderse la prueba?