Según ha publicado en exclusiva el diario británico «DailyMail», se están investigando acciones irregulares durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Este medio asegura que 91 atletas británicos de deportes de resistencia habrían sido usados por el Estado como «conejillos de indias» para la toma de un fármaco que produciría efectos beneficiosos; pero que finalmente dio como resultado lo contrario.
«DELTA G», EL MEDICAMENTO MARAVILLOSO…
El medio asegura que fueron 91 los deportistas que tomaron antes de la prueba la bebida «Delta G», un soluble que prometía aumentar la capacidad energética. Se trataba de una sustancia llamada cetona, un ácido corporal natural. Fue creada en la Universidad de Oxford gracias a una financiación de más de 10 millones de euros provenientes del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Un pago realizado por Estados Unidos con el propósito de que fueran los deportistas británicos los que experimentaran con ellos para conocer si realmente funcionaba al alto nivel y si, por el contrario, podría tener efectos secundarios (y negativos). Y así fue, ya que un 40% de los deportistas que la tomaron tuvieron después mareos, vómitos y trastornos gastrointestinales debidos a su ingesta.
REINO UNIDO «SE LAVÓ» LAS MANOS POR LO QUE PUEDA PASAR
Reino Unido obligó a los deportista que la tomaron a firmar un contrato por si el experimento salía mal: «UK Sport no garantiza, promete, asegura o representa que el uso de productos cetónicos cumple absolutamente con el Código Mundial Antidopaje y, por lo tanto, excluye toda responsabilidad por el uso de este». De esta manera el Estado no tendrñia ninguna responsabilidad ni sería tachado de «Dopaje de Estado» si algún atleta daba positivos en las pruebas antidoping de los Juegos…
Todos estos datos son publicados de manera literal del informe que ha realizado el «DailyMail», no realizando este medio ninguna acusación particular y limitándose a difundir información que otro medio ha publicado con anterioridad.