Muy a menudo nos encontramos en el deporte, y más aún en disciplinas como el Triatlón, ejemplos de superación que no dejan a nadie indiferente. Ejemplos de que no existe nada imposible y cada uno a su nivel puede disfrutar del deporte y de la vida.
Una gran muestra nos llega con Raúl Micó. Sufre acondroplastia y, con tan sólo 1,30 m. de altura es un gran deportista y persona. Perdió muchas oportunidades en la vida por el miedo al qué dirán y a que se pudiesen reír de él. A través de su club, Avant, gran implicado en la inclusión al Triatlón de personas con discapacidad, ya ningún reto es imposible para él. Su vida es un continuo comenzar y finalizar retos, además de ayudar a otras personas con discapacidad a conseguir sus objetivos.
Os dejamos un pequeño vídeo sobre su historia. Simplemente increíble.