Todo el mundo tiene claro que para un correcto rendimiento tiene que haber una buena planificación y ejecución del entrenamiento. Pero qué pasa cuando se acerca el objetivo por el que hemos estado sacrificando esas cenas con los colegas, esos bollos…
A este proceso de reducción lineal o no lineal de la carga de entrenamiento durante un periodo variable de tiempo, que tiene como objetivo reducir el estrés fisiológico y psicológico del entrenamiento diario y optimizar el rendimiento (Mujika y Padilla 2003), es lo que denominaremos tapering.
Hemos visto por definición que el tapering basa su eficacia al reducir el estrés tanto fisiológico como psicológico. Nos centraremos en el plano fisiológico.
El tapering se sostiene en los principios expresados por Banister en 1975, que habla ya de una supercompensación. Este proceso refleja la mejora en varios valores fisiológicos después de un periodo de estrés, es decir de entrenamiento. Tras este periodo de entrenamiento se añadirían 2-3 semanas de tapering antes de nuestra competición objetivo.
La literatura existente demuestra que un buen protocolo de tapering puede aumentar el rendimiento hasta en un 2% (Mujika y cols. 2002).
Dicho esto está claro que el tapering dependerá de las características del deporte que practiquemos. Según sea la cualidad más importante de nuestro deporte así tendrá que ser la duración del tapering.
Para el triatlón, donde prima como factor de rendimiento la resistencia aeróbica, se ha demostrado que lo más apropiado es una duración de entre 7-21. Días con una reducción del volumen desde un 40% hasta un 85%, haciendo esta reducción de manera progresiva y manteniendo tanto la intensidad de las sesiones como el número de sesiones.
Con este formato se han demostrado variaciones en el VO2máx, FCmáx, en el hematocrito y en la concentración de hemoglobina.
Las horas previas a la competición hay que tener probada la estrategia nutricional que se va a llevar a cabo y que será personal, realizar una visualización de la carrera centrándonos en los momentos que pueden ser críticos.
Por último el calentamiento deberá de aportarnos un aumento de la temperatura corporal sin provocar fatiga ni incluir ejercicios novedosos el día de la competición.
Si seguimos todas estas recetas podremos ganar a ese compañero que siempre nos vacila entrenando.