La carretera se sigue cobrando víctimas sin que siga sin ponerse soluciones que frenen este problema. Si la pasada semana le tocaba a Jesús Gomar, esta vez la mala suerte se ha cebado con la madrileña Paula García Godino.
En uno de sus entrenamientos tras su vuelta a los ruedos después de su maternidad, una furgoneta, tras saltarse un ceda el paso, se llevaba por delante a Godino y a un compañero que entrenaba con ella.
Así han sido las declaraciones de la propia triatleta: “Los dos estamos bien. Por mi parte el fuerte impacto contra ella, heridas y moratones en cadera, codo, ambas rodillas y pie izquierdo. Creo que puedo tener un metatarso roto, estoy a la espera de nuevas placas. Yo me llevé el impacto de lleno y mi compi el arrastre por el suelo con fuerte golpe en la cabeza y casco roto. Si veis mi bici no os explicaríais cómo he salido relativamente airosa del accidente. La rueda delantera hecha un ocho y la trasera también hecha polvo.
Desgraciadamente siguen pasando cosas así por despistes de conductores, con excesos de velocidad y prisas por llegar a su destino, que pueden ocasionar consecuencias fatales y que se creen que las disculpas de después, pueden reparar el daño causado. Porque tuvimos la gran suerte de que todo quedase en un «chapa y pintura» y puede que algún hueso roto, pero podría tratarse de una ciclista menos en el mundo. Y no sólo eso, una pareja sin su otra mitad, una hija, una hermana, una sobrina, una prima, una cuñada, una nuera, una tía, una amiga y una madre.
Ayer, cuando mi chico y Daniela vinieron al lugar del accidente se me caían las lágrimas de ver a ese bebé con una sonrisa de oreja a oreja al verme y su cara de felicidad ajena a lo que había pasado y de la que quizás no hubiera podido disfrutar nunca más.
Ayer, víspera de mi cumpleaños he vuelto a nacer señores y hay que dar gracias por estar vivo. Es triste pero así es. La vida del ciclista es así. Sales a disfrutar un rato con los amigos montando en bici y puede que no vuelvas nunca a casa.
Por favor, compartan para que haya una mayor concienciación en la carretera de conductores con ciclistas, peatones y motoristas, porque somos vulnerables.
Ahora, voy a soplar las velas en una tartita por mi 33 cumpleaños y mi primer día de vuelta a la vida”.