El culebrón de triatletas .VS. compañías aéreas parece no tener fin. Tras unos dos últimos años caóticos, este 2019 varios españoles vuelven a quedarse en ‘jaque mate’ ante la fuerza y el pasotismo de dichas compañías. El último afectado es el mallorquín Carlos López, uno de nuestros grandes de la larga distancia, que ha recibido contestaciones vacías tras la reclamación al encontrarse el cuadro de su bicicleta partido.
Dos meses después Carlos recibía una transferencia bancaria por los notables desperfectos en su bicicleta (valorada en 6200€). La cantidad que el triatleta recibía era de 50€. Todo parece ser que se debe a que el bulto estaba facturado sin una declaración de valor previa; que se trata de pagar un precio extra (elevado) que cubra los daños que se dieran en un supuesto suceso como éste.
La compañía aérea contestaba al triatleta asegurándole que la cantidad que ha recibido (50€) es la máxima permitida para la reclamación efectuada por daños en equipajes o equipajes especiales. Todo indica a que la única opción para no encontrarte en casos como éste, sea hace una valoración de valor del equipaje facturado…