En el duodécimo ‘Instagram Live’ de la FETRI hemos tenido una entrevista de Daniel Márquez, director de comunicación, al paratriatleta Jose Luis García Serrano; más conocido como Jota, uno de nuestros grandes representantes internacionales. Sufre una ceguera desde una temprana edad que no le impidió disfrutar de la vida como cualquier otro: “siempre he visto menos que mis amigos, pero un poquito que ponía yo y otro poco que ponían ellos hace que pueda recordar bien mi infancia». Ahora le continúa motivando el afán de superación para seguir luchando por su gran sueño: Una medalla en los JJPP de Tokyo 2021.
Hemos rescatado alguna de sus mejores declaraciones hechas a la FETRI para que podáis conocer un poco más a una de nuestras grandes bazas de Tokyo:
LOS COMIENZOS Y UN CAMBIO DE CHIP
«He sido estudiante del montón, cuando me gustaba una asignatura acababa dando más. Avancé en mis estudios, aunque me costaba un poco más, pero me saqué la selectividad e inicié un curso de grado profesional. Tras operarme a los 14 tuve una visión normal me saqué el carnet de coche y de moto. Luego, a las 19 veía muy bien por el ojo derecho, pero no demasiado en el izquierdo. Tuve un accidente de tráfico que me pilló el brazo bajo el coche y eso me hice replantearme que quería estudiar y empecé óptica y optometría, y luego me quedé ciego”.
NUNCA DEJES DE LUCHAR (Y SOÑAR)…
Los primeros años de la segunda década de los 2000 fue otro punto de inflexión en la vida de Jota. Uno de los más duros, pero otro más que le ha hecho convertirse en un deportista profesional que sirve de ejemplo a muchas generaciones. “En 2010 tras muchas operaciones, tratamientos farmacológicos agresivos… la doctora me aparta y me dice que me voy a quedar totalmente ciego y que no podría hacer nada y ahí empezó mi nueva vida. En 2011 empecé a estar peor y lo que me pasaba en el ojo izquierdo me pasó al derecho. Yo subí a ver el triatlón de Buitrago, el de mi pueblo, y se me quedó grabado que quería hacer triatlón. Mi padre me regaló una bici de carreras, que luego tuve que venderla porque que me quedé ciego, pero en 2012 la doctora me dijo que no vería más y le dije: búsqueme en unos Juegos Paralímpicos”.
UN FUTURO PROMETEDOR…
Un cambio de guia y un nuevo proceso de adaptación para tratar de buscar el máximo rendimiento y rozar el cielo paralímpico: “Tuve que prescindir de nuevo de mi guía Ángel, fue dura la decisión tanto a nivel personal como profesional porque llegábamos como Campeones de Europa. Busqué un guía con el objetivo de llegar a Tokyo siendo más competitivos con el resto de rivales, Héctor Catalá, el mayor de ellos. Siendo sincero si hago mi mejor carrera, mi mejor natación y mi mejor rodaje en bici, me veo ganando unos Juegos. Pero si hago un cuarto puesto quiero volver pensando que he vivido una gran experiencia como son los Juegos. Si alguien entra por delante nuestra en Tokyo, tendrá que sudar la gota gorda para ganarme”.
DESPUÉS DE TOKYO…
“Soy graduado en fisioterapia y me gustaría seguir formándome como fisio y ayudar a la gente desde este perfil. No sé si iría hacia entrenador deportivo, quizá más a la parte del fisio. El primer paso es salvar este año 2020 cómo podamos y salvar esta temporada, llegar a Tokyo en las mejores condiciones. No sé si seguiría otro ciclo olímpico, porque tengo 37 años y llegaría a París con 41 y eso dependería del cuerpo y la mente”.