Según ha informado el propio triatleta al medio Triathlete.com a través de su columna «Triathlife», el que ha sido otro de los grandes referentes del Triatlón de larga distancia toma la decisión de retirarse del Triatlón profesional para dedicarse a otra faceta profesional. Su última prueba fue en Challenge Roth en 2018, donde fue 3º arrastrando un porlbmea de ciática y una hernia; llegando a adormecérsele una pierna durante cuatro meses: «estaba quemado físico y mentalmente».
Cuando crucé esa línea de meta, Picky Bars estaba en una maldita crisis. Fabricamos barritas por valor de 150.000$ que no pudimos vender y tuvimos que regalar; estuvimos dos meses sin existencias y perdimos un montón de dinero. No hace falta decir que necesitaba un descanso del triatlón, para mi cuerpo, mente, negocios … y también para mi familia». Por ello decidió dedicarse en tiempo completa a su negocio para tratar de sacarlo a flote de nuevo.
Los objetivos cambiaron y se propuso clasificarse para los JJOO de 2020 en Maratón (sub 1h19min), haciendo buenos test ganando medias maratones con 1h8min, pero llegó una nueva lesión en el navicular (hueso del pie) y se truncó su objetivo.
«Estoy trabajando a tiempo completo en Picky Bars! En este punto de mi carrera, el impacto potencial en mi familia, la comunidad local y el mundo en general es mucho mayor con Picky Bars para mí que ganar otro Ironman. Me encantan los desafíos que enfrentamos todos los días. Me encanta construir el equipo que tenemos aquí y crear nuevos productos y campañas que impacten positivamente a las personas. Sinceramente, espero con ansias el lunes por la mañana cada semana, ¡es increíble!», declara el triatleta.
Declarado triatleta profesional a los 30 años y retirado a los 40, el único sueño que le queda es ver a Picky Bars como una gran empresa y devolver al deporte todo lo que le ha dado a él.
¡Mucha suerte Jesse!