Una nueva polémica nace en Castilla y León tras la noticia en el día de hoy de que la Federación de Triatlón y Pentatlón Moderno de Castilla y León no solicitará becas para la residencia Río Esgueva de Valladolid para el próximo curso ante la falta de disciplina de la misma, lo que conllevaría el cierre del Centro Nacional de Tecnificación de Triatlón de no contarse con una residencia.
La propia federación achaca esta situación a “las continuas infracciones del reglamento de la residencia que han obligado a varios triatletas de la residencia a abandonar su estancia ante la imposibilidad de descansar y estudiar, lo que ha afectado tanto a su rendimiento académico como deportivo”.
Unos deportistas en un centro de tecnificación sin los resultados que se esperan (no todos, pero si la gran parte). Por una parte la dirección culpa a los deportistas de ello ya que “esta residencia se ha convertido en una residencia de estudiantes sin disciplina, con incumplimientos de horarios, faltas de asistencia a clase, consumo de alcohol e incluso podrían estar produciéndose situaciones más graves”, explica Amancio del Castillo, presidente de dicha federación. Por otra parte son los propios deportistas los que no están conformes ni con el método ni con los entrenadores, por lo que unos ya han abandonado y otros ‘se aferran al precipicio’ ya que contar con residencia a pensión completa, instalaciones, entrenadores y ayudas económicas es un respiro en una edad en la que se estudia y no se trabaja.
“Basta con hacer un seguimiento académico de los residentes, supervisar los entrenamientos o incluso remitirse a informes psicológicos para comprender que la estancia en Río Esgueva se ha convertido en un calvario para algunos de los deportistas que más en serio se toman su carrera deportiva”, advierte el presidente, quien dice querer evitar este mal trago a los futuros aspirantes evitando la solicitud de nuevas becas.
No es una, sino tres ‘generaciones perdidas’ en las que nunca se ha terminado una temporada conforme a lo que se espera en valores y resultados, por lo que se ha tenido que llegar a una situación que desde hacía tiempo se veía venir. De haberse frenado antes esta situación se podría haber reconducido el rumbo de todo un centro de tecnificación, pero cuando viene el golpe ya es tarde. En los próximos días buscaremos diferentes opiniones de las partes implicadas y las compartiremos en este medio.
¿La culpa es de los directivos/entrenadores o de los deportistas? La polémica está servida…
