Hemos charlado con la triatleta internacional Inés Santiago. Tras varios años en la élite internacional del Triatlón y con tan sólo 21 años, ya cuenta con un notable número de participaciones en Copas de Europa, Copas del Mundo y Series Mundiales de Triatlón. Pero el verano del pasado año, su cabeza y su cuerpo dijeron ‘stop’; tomando la decisión de apartarse de los entrenamientos y de la competición. El reflejo de la dureza del deporte de alto rendimiento, capaz de hacerte tocar el cielo y pasar por el infierno…
1- ¿Imaginabas algún día conseguir los resultados que has conseguido y estar en las pruebas más importantes del mundo?
Nunca me lo había imaginado porque ni siquiera lo pensaba. Yo vivía día a día y como no sabía muy bien como iba el Triatlón pues no tenía claro cuáles eran las pruebas más importantes. Siempre lo recuerdo y es que la vez que estuve más nerviosa de toda mi vida fue en un campeonato provincial de Duatlón en el que éramos 10 chicas como mucho. Para mí esas competiciones ya eran lo más porque no pensaba que llegaría a ir a un campeonato de España ni mucho menos a un Mundial.
Año a año fui mejorando progresivamente hasta que con 18 años fui a las Series Mundiales de Hamburgo. Para mí ir fue un sueño cumplido. Si me lo hubieran dicho cuando empecé con 14 años no me lo habría ni imaginado pero como poco a poco fui consiguiendo resultados lo veía cada vez más posible y me hacía mucha ilusión. Ir a 3 mundiales tampoco me lo esperaba. Creo que por eso lo disfrutaba tanto y al llegar a la meta a veces hasta me emocionaba (tengo que admitirlo jaja), era una sensación de satisfacción y de sorpresa muy grande.
2- En agosto de este mismo año “estallabas” y confesabas que necesitabas un descanso físico y mental, apartándote así de los entrenamientos y de la competición. ¿Cómo fue esa época y cómo tomaste la decisión de dejarlo aparcado por un tiempo?
Fue una decisión muy difícil porque aunque el último año no había conseguido buenos resultados, tenía un nivel y una experiencia en competir a nivel internacional buena que no quería perder. Yo quería centrarme al máximo en el Triatlón y estaba agusto entrenando en Ferrol pero quizá no fue la mejor opción. Echaba mucho de menos entrenar en grupo pero por otra parte me gustaba vivir tranquila en Ferrol así que en esos meses no barajé la opción de entrenar con un grupo en otro sitio. Con el paso de los meses cada vez me costaba más salir a entrenar porque no estaba motivada. Lo pasaba mal y como se repetía esa situación muy a menudo decidí darle un tiempo al triatlón que han resultado ser 2 meses ya. Lo bueno (o lo malo) es que había cosas que me apetecía mucho hacer desde hace mucho tiempo así que, sin darle muchas vueltas, decidí que este era el momento.
3- Desde fuera todo parece un camino de rosas, pero el deporte de alto rendimiento es muy duro. ¿Cómo fue para ti el salir tan joven de casa en Galicia con tu familia hasta acabar en la Blume?
¡Yo estaba encantada! En mis primeros años en el Centro de Tecnificación de Pontevedra yo no era consciente hasta dónde iba a llegar asique me limitaba a pasármelo bien, entrenar duro y estudiar. Tanto mis años en el centro de Tecnificación de Pontevedra como los que pasé en la Blume, los aproveché al máximo. Como estaba tan segura de querer estar ahí no fue duro irme de casa tan joven. Estaba muy mentalizada de que iba a ser un cambio grande y al final todo fue mejor de lo que esperaba. Eso sí, en el momento en el que no estaba con la mente y el cuerpo al 100% para estar ahí decidí irme.
4- Si pudieras retroceder atrás en el tiempo, ¿volverías a tomar la misma decisión de dedicar tu adolescencia al deporte de alto nivel? ¿Qué consejos darías a los jóvenes que les den oportunidades como la que tú tuviste?
Volvería a tomar la decisión una y otra vez porque estar con 15 años en una residencia con gente de tu edad, tener facilidad para entrenar y estudiar y aun encima estar sin padres es lo mejor (a mis padres no les va a parecer bien esto jajajaja). Disfruté mucho y la experiencia si no la vives no sabes realmente cómo es.
A la gente que le dieran esta oportunidad les diría que la aprovecharan porque se lo van a pasar muy bien (si no se lo pasan bien entonces no vale la pena) y con esa edad es lo más importante. Estudiar y entrenar también lo es pero si estás agusto todo cuesta menos. Ir a la Blume ya es algo más serio pero si llegas hasta ahí es porque vales y aunque haya que hacer algún esfuerzo más, la recompensa también es mayor.
5- Este año estarás en Australia estudiando y trabajando. ¿Qué estudiarás y dónde trabajarás? ¿Tienes pensado entrenar y competir o necesitas más tiempo de “respiro mental”?
¡Cambio radical! Me voy 9 meses y haré un curso de Marketing y Comunicación. En el tema trabajo todavía no sé que voy a hacer; la gente con la que he hablado me ha dicho que lo mejor es buscar una vez esté ahí, así que eso haré. Me llevo las zapatillas y el bañador; ahí hace muy buen tiempo y creo que eso va a hacer que sea muy apetecible entrenar cuando tenga tiempo.
6- A buen seguro esto es sólo un bache y podremos verte de nuevo compitiendo. ¿Qué ‘espinitas’ tienes aún clavadas y en qué sueñas para tu retorno?
Creo que el día en el que os pueda decir que sueños y objetivos tengo significará que he vuelto a tener ilusión por competir y entrenar duro. Ahora mismo no soy capaz de ponerme en la situación de ir a una competición y dar el 100%, sobre todo porque no me veo entrenando para ello. Mi ilusión ahora es irme a Australia, empezar de 0 en un sitio, aprender inglés y ver que tal se me da trabajar. Por último quería dar las gracias a todas las personas que me han ayudado y “aguantado” estos meses de cambio. ¡A ver que nuevo cambio hago dentro de otros nueve meses!