“El fracaso es parte de la vida; sino fracasas, no aprendes y sino aprendes, no cambias” Paulo Coelho.
No siempre puede salir todo bien. Es imposible, y sería aburrido. Pero… ¿qué pasa cuando algo no sale como queremos o teníamos pensado? Falta crítica. No dañina, no a mala fe, pero crítica.
Autocrítica. Se detecta sobre todo la falta de autocrítica en deportistas amateurs. Siempre hay una excusa. Y ahí el triatlón es el rey, en tres deportes hay un buen baúl de excusas. Sino son los golpes nadando, será una persona que nos chupó rueda en bici, y siempre queda el clásico flato, o mejor aún, una malísima transición que nos ha hipotecado la carrera.
Triatleta amateur…¡acéptate! A ti, a tus resultados y tus condicionantes. La carrera perfecta no existe, y si te centras en continuar con tu carrera particular tus resultados mejorarán. Y más importante, a tus seguidores de Facebook les dan igual tus excusas.
Por otra parte están los triatletas profesionales o pseudo-profesionales. Y aquí la culpa es de la prensa y “fans”. Son personas humanas, y como tal, tienen días mejores y peores. A veces cometen graves errores, y no porque se esfuercen diariamente en el entrenamiento hay que escurrirles el bulto.
Una crítica no significa nada personal contra la otra persona. Es fundamental cambiar la relación triatleta-periodista. En un deporte cada vez más profesional, los periodistas han de estar a la altura, y los triatletas aceptar que tienen una exposición pública.
Por último los “fans”. No hace ningún favor el halago fácil, caer en la autocomplacencia, “no pasa nada crack, ya saldrá” como algo sistemático.
Reflexionemos…