Año tras año hemos podido comprobar como un gran número de triatletas se saltaban las boyas en varias pruebas de ámbito nacional, especialmente en el Campeonato de España de Triatlón por Clubes; donde se producía, en varias ocasiones, trampas múltiples con el objetivo de acortar escasos metros. Parece que la FETRI ha dado en la tecla y este pasado fin de semana lo ha demostrado.
En primer lugar se avisaba en la reunión técnica que, si un triatleta se saltaba una boya, se descalificaba a todo su equipo. Una medida dura pero muy acertada, ya que eso hacía que se lo pensara un par de veces antes de hacerlo. Otra clave han sido los gorros usados en la natación; donde, en las pruebas de primera y segunda división nacional, cada equipo llevaba un color de gorro diferente, pudiendo identificar sin problemas a que club pertenecía el «tramposo». Esto último era posible gracias a un dron que sobrevolaba la prueba, situado arriba de la boya y con una calidad que permitía ver el paso de boyas al detalle.
Es triste tener que recurrir a todas estas cosas, pero claro está que era algo necesario recurrir a las nuevas tecnologías para facilitar el a veces duro trabajo de los oficiales de Triatlón. ¡Enhorabuena a la FETRI, este es el camino!
