Parecía indestructible, pero Kristian Blummenfelt se encontró consigo mismo en Dubai para darse cuenta de que no lo era. Las brutales cargas de entrenamiento del capitán noruego pudieron pasarle factura en su lucha por volver a demostrar que por el momento no tiene quien le plante cara en la media distancia.
Calambres desde que aterrizó en Dubai pero con la mente positiva de que todo desaparecería en la carrera, aunque tan sólo hizo que ir a más. Tras completar el sector de natación en 7ª posición con un tiempo de 23 minutos y 51 segundos, los dos cuádriceps se le subieron en la primera transición y tuvo que abandonar. Inmediatamente se puso en manos de los masajistas y fisioterapeutas, que tardaron 2 horas en conseguir que el noruego pudiera volver a andar. Blummenfelt se siente “decepcionado con la carrera de Dubai”, pero con muchas ganas de “reorientar y preparar la Serie Mundial de Abu Dhabi del mes que viene”.