El pastor del rebaño. El rey de la baraja. Podríamos hacer muchas comparaciones del gallego respecto al Triatlón, aunque todas se quedarían cortas. Los grandes navegantes capean grandes temporales, pero después de la tempestad siempre llega la calma, y si no, que se lo digan a “Don Javier Gómez Noya”.
Una vida de duros contratiempos, pero quizás esa caída en Lugo un 14 de julio de 2016 podría ser el momento más inesperado y duro de su vida. Estas rodando con tu bicicleta mientras piensas que en cuestión de un mes estarás en la salida de unos Juegos Olímpicos. A los pocos minutos vas a bajarte de tu bicicleta para dar por finalizado un entreno más y te vas al suelo de la forma más tonta en que puedes hacerlo. Cuatro años (y una vida) esperando un oro olímpico que parecía que podía llegar. De un segundo a otro tu vida da un giro de 180º. Ya no eres ese triatleta que en Río de Janeiro buscará agrandar su leyenda, sino una persona que tendrá que pasar por un quirófano y decir adiós a la que pudo ser la mayor oportunidad de su vida.
El mundo entero se hacía eco de la noticia de que el mejor triatleta de la historia no estaría en Río. Recibió el apoyo de personas de todos los rincones del planeta, pero esto era una guerra entre él y su cabeza donde nadie más podía meterse.
Llegaba el día de los JJOO mientras Javier se tenía que conformar con verlo desde el sofá de su casa. Acaba la carrera y a través de las redes sociales y la prensa se podía leer más sobre lo que hubiera pasado si hubiera estado Javi que sobre la propia carrera en sí. Todo el respeto y admiración a todos los participantes, pero no nos engañemos…aquella prueba no fue lo mismo. ¿Se dieron las condiciones para que Javier hubiera logrado su ansiado oro? Quizás sí, pero eso se demuestra en carrera y con dorsal, de la misma forma en que ha demostrado ser el mejor de la historia.
Comienzan las WTS 2017. Quizás si hubiera sido otro triatleta se podría dudar, pero de Javi no. Nadie tenía la mínima duda que estaba preparado de nuevo para ganar. Y lo hizo. Quizás muchos de los participantes en Abu Dhabi estaban mejor preparados físicamente y “más rodados” que Javi, pero eso no lo es todo. Dicen que en competición la cabeza es un 70%, y en eso pocos pueden asemejarse a él.
Muchos dicen que cuando lo has ganado todo pierdes la ilusión y motivación de continuar, pero Javier es bien sabedor de que las leyendas se pueden ampliar. Por eso en su cabeza está su sexto mundial ITU y Tokyo 2020.
España es la mayor potencia mundial del Triatlón. Las marcas cada día se interesan más por nuestro deporte. Ya no eres tan bicho raro cuando le cuentas a la vecina que haces Triatlón. La principal cadena de TV de tu país se interesa por retransmitir el mundial (o al menos a intentarlo). Tenemos un futuro garantizado mientras pequeños (y no tan pequeños) se quedan embobados mirando la televisión viendo a un gallego que se empeñó en hacer lo que nadie había hecho.
Gracias por el legado Don Javier, todo esto es gracias a usted.