Los triatletas, en general, por muchos logros que tengan en su palmarés, necesitan nuevos retos que les motiven para combatir una “dura” rutina.
Este es el caso de Sebastian Kienle. Tras 10 años de triatleta profesional y cosechar grandísimos triunfos como un oro, una plata y un bronce en Kona, o 2 oros y 2 platas en el mundial 70.3, siente que ha llegado su momento de hacer cosas nuevas para no perder la motivación.
En marzo participará en la Cape Epic, una carrera de BTT con 700 km repartidos en 8 etapas. Para ello esta misma semana viajará ya a Sudáfrica, donde se reunirá con Ben Hoffman, que será su compañero (y capitán) para esta aventura en la que se embarcan dos de los mejores triatletas del mundo.
Acudirán a la cita gracias a la invitación de la Fundación Ironman. “Estoy muy orgulloso de tener la oportunidad de competir en la Cape Epic como parte del equipo Fundación Ironman”, comenta Hoffman tras recibir la invitación. Por su parte, su compañero Kienle, también afronta con emoción este reto: “Al igual que Kona es la cumbre de las carreras Ironman, la Cape Epic es la mayor prueba de ciclismo de montaña, y me siento muy afortunado de poder competir ahí”.
Recordar que la Fundación Ironman es una asociación sin ánimo de lucro, que ya ha donado más de 50 millones de dólares a 6.300 iniciativas alrededor de todo el mundo.